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Mujeres que limpian el mundo: las limpiadoras y el cine

Por mucho que el cine se esfuerce en mostrarlo todo, hay oficios que apenas aparecen en pantalla. El de las limpiadoras, por ejemplo. Ellas están en todas partes —en hoteles, oficinas, colegios, casas—, pero casi nunca en el centro del encuadre. Su trabajo sostiene el orden de los demás, y tal vez por eso, el cine ha tendido a ignorarlas. Sin embargo, cuando la cámara se detiene en sus gestos, algo poderoso ocurre: lo invisible se vuelve visible, y la limpieza, ese acto tan cotidiano, se transforma en una forma de revelación.

En los últimos años, algunas películas han empezado a mirar de otra manera ese mundo silencioso. Roma (2018), de Alfonso Cuarón, es el ejemplo más claro. Cleo, interpretada por Yalitza Aparicio, limpia, lava, recoge, y en esos movimientos rutinarios se despliega toda la ternura y la desigualdad de una casa burguesa mexicana en los años setenta. El sonido del agua, los pasos sobre el suelo, los trapos y los cubos son más elocuentes que cualquier diálogo. Cleo no solo limpia la casa: limpia las huellas del conflicto social, del desamor, de la violencia que la rodea. Su trabajo es una forma de sostener el mundo sin romperlo.



Algo parecido sucede en La camarista (2018), de Lila Avilés. Eve trabaja en un hotel de lujo, invisible entre las habitaciones perfectas que deja atrás. La cámara la sigue en silencio, en su repetición casi coreográfica de tareas. Lo que en otro contexto sería monotonía, aquí se convierte en resistencia: en cada habitación limpia, Eve deja una huella de dignidad, un gesto mínimo de cuidado. El cine, en su quietud, encuentra belleza en lo que el sistema convierte en rutina.



No siempre la limpieza aparece como una condena. A veces, se convierte en una forma de renacer. En Sunshine Cleaning (2008), dos hermanas montan una empresa que limpia escenas de crímenes. El trabajo, entre lo macabro y lo terapéutico, se vuelve una metáfora de la reconstrucción emocional: limpiar para seguir viviendo, para despejar el dolor. También en Bagdad Café (1987), una mujer abandonada transforma un motel en el desierto limpiando y ordenando. Cada trapo pasado por el polvo es una forma de empezar de nuevo.



Pero el cine también ha mostrado la limpieza como un campo de batalla social. En The Help, (2011), las criadas negras del sur de Estados Unidos cuentan su versión de la historia, desafiando el silencio impuesto. La película se mueve entre la denuncia y el paternalismo, pero deja claro que la limpieza, en determinados contextos, es también una forma de control: quien limpia obedece, y quien deja limpiar ejerce poder. Más radical es Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles (1975), de Chantal Akerman, donde una mujer repite su rutina doméstica con una precisión insoportable. La limpieza se vuelve aquí un gesto político, una coreografía que revela la alienación del trabajo femenino.



Lo interesante es que, cuando el cine filma el acto de limpiar, no solo muestra un oficio: muestra una ética. La ética de quien cuida sin ser vista, de quien borra la suciedad del otro sin recibir aplauso. En tiempos de velocidad y espectáculo, esos movimientos lentos —fregar, barrer, ordenar— son casi una forma de resistencia. Recordarnos que alguien, en algún lugar, hace posible que todo funcione.

Quizá por eso las limpiadoras del cine son, al final, las verdaderas heroínas del realismo. No necesitan capas ni discursos. Solo una bayeta y un silencio que habla más que las palabras. Cuando el cine se atreve a mirar de cerca ese gesto —una mano que limpia un cristal, una escoba que recoge lo que nadie quiere ver— nos devuelve algo esencial: la conciencia de que toda belleza necesita un trabajo previo de cuidado.

En nuestras vidas, donde la limpieza es más que una tarea, estas películas encuentran un eco natural. Porque detrás de cada espacio ordenado hay una historia, una persona y un gesto. Y el cine, cuando se asoma a ese gesto, nos recuerda lo que a menudo olvidamos: que limpiar no es borrar, sino cuidar; no es desaparecer, sino sostener.

 
 
 

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